Capítulo 39 “Cenizas”

Capítulo 39 “Cenizas”

“Hahh”

En medio del bosque, Estel estaba corriendo por todos lados mientras que las bestias que la observaban no se atrevían a mostrarse, la curiosidad de Estel por el mundo exterior había alcanzado el ápice.

A unos pocos pasos atrás, estaba Yundem recordando con claridad lo que había pasado hace 6 años.

“¿Cómo estarán mis padres?”

“Me imagino su reacción cuando sepan que estoy todavía vivo”

Diferentes pensamientos jugaban en la mente de Yundem, actualmente había disminuido su frialdad y venganza. A pesar de que Yundem había tenido un cambio radical en lo que se refiere a su personalidad, el todavía no había olvidado como era su comportamiento entusiasta por conocer los misterios de este mundo.

Su curiosidad por el mundo podría compararse con la de Estel, solamente que en el caso de Yundem, él no podía expresar su emoción.

La distancia del bosque al Imperio de Mambit, podría definirse como una pequeña caminata.

¡Gruuu!

Mientras caminaba, el estómago de Yundem y Estel hacían suaves rugidos.

“Hermana, espera un poco, no hay que apresurarse, primero encontremos algo de comer”

Deteniendo su turismo, Estel empezó a caminar hacia donde estaba Yundem, a pesar que quería seguir explorando, sabía muy bien las consecuencias de la falta de alimento, y más cuando se trataba de ella y Yundem, quienes eran unos fanáticos por la comida.

“Podemos capturar una bestia, he notado a muchas mientras me divertía” dijo Estel

“Consígueme algunas maderas de buena calidad, yo me encargo de la bestia” dijo Yundem indiferente

Asintiendo, Estel empezó a cortar algunos árboles con su mano desnuda, mientras que Yundem dirigió su mirada a un Tigre Amarillo que estaba escondido entre las rocas.

Liberando una pequeña porción de su intención asesina, Yundem le dio un espanto al Tigre Amarillo, pero cuando se había dado cuenta que Yundem era peligroso, ya era demasiado tarde.

Cuando chocaron sus miradas, el corazón del Tigre Amarillo se detuvo, cayó al piso con un ligero sonido de ¡Pa!, muriendo al instante.

Agarrando al tigre con una mano, Yundem se dirigía a un lugar espacioso para poder cocinarlo.

Sentándose en el piso, Yundem no pudo evitar revelar una sonrisa. No se había dado cuenta debido a sus pensamientos, pero ahora que observaba bien los alrededores, se dio cuenta que el clima era frío y nevoso. El invierno todavía no había cesado.

El invierno para muchos era un problema, pero para Yundem era como si fuera parte de su propia piel.

¡Pla! ¡Pla! ¡Pla!

Cayendo, las maderas se juntaron, Estel ya había cortado los árboles y reunido la madera.

Con un ligero movimiento, Yundem invoco una flama en su mano derecha. Prendiendo la madera, Yundem empezó a cocinar la carne entre palillos. Había cortado la carne en pequeños trozos antes de que Estel llegara.

“¿Ya pensaste que harás?” pregunto Estel mientras sostenía un palillo con carne.

Viendo a la fogata, Yundem estaba en silencio.

“Lo que hare, dependerá de lo que vea”

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Afuera de la puerta del Imperio de Mambit

Dos sombras cruzaron por el alto muro que rodeaba al imperio, pasando entre los guardias que la vigilaban.

Los guardias que estaban arriba en los muros, solo sintieron una ligera turbulencia del viento. Todo paso en un parpadeo, nadie pudo notar nada extraño.

Mientras estaban en una caída libre, Yundem dijo.

“Este es el lugar donde nací”

Viendo la amplia gama de espacio, Estel estaba un poco sorprendida, era cien veces más grande que el bosque donde estaban.

Había tiendas de toda clase, niños en todos lados haciendo travesuras, ladrones, y muchas personas. Toda clase de edificios, de uno, dos y tres pisos, aunque solo la casa de los nobles tenía tres pisos.

“Ese fue el lugar donde aprendía magia, y también donde residen las personas que me traicionaron”

Apuntando su mano a la Escuela Mágica que era visible desde el aire y muy destacada, Yundem no pudo evitar liberar un poco de intención asesina.

“Pronto le pagaremos una visita”

“Ese edificio, es donde reside el rey”

Apuntando otro lugar con su mano, Yundem y Estel dirigieron su mirada al edificio que más llamaba la atención, era el que estaba en medio de todo el imperio, el palacio del rey.

Con un pequeño sonido, Yundem y Estel aterrizaron. Había muchas personas, por lo que nadie noto su aparición.

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Al frente de la casa de los padres de Yundem

Con un sonido de madera retorciéndose, Yundem abrió la puerta mientras que, al mismo tiempo, su mente se inundó de recuerdos que, durante su estadía era muy feliz.

Estel entro también a la casa, pero a diferencia de Yundem, la veía muy simple.

Inspeccionando los alrededores, Yundem noto que no había nadie en casa.

“¿Quién eres?”

Devolviendo su mirada a la voz que pregunto, se había dado de cuenta que en las escaleras había un viejo con un bastón.

“No importa quién soy, la pregunta aquí es, ¿Quién eres tú?” dijo Yundem con frialdad

Definitivamente, este viejo no era su padre, él sabía muy bien cómo eran sus rasgos faciales.

Notando la mirada de Yundem, el viejo pudo sentir una sensación de muerte inminente.

“Soy el viejo Chen, compre esta casa” dijo el viejo.

“¿Dónde están los antiguos residentes?” preguntó Yundem sin quitar una pizca de su tono frío.

“Murieron hace 6 años, desde entonces, la casa había estado sola y nadie la quería comprar, yo me dispuse a comprarla hace 2 años”

“No puede ser, estas mintiendo” dijo Yundem

“Joven, ¿Para que la necesidad de mentir?, no ganaría nada y tampoco tengo una razón para mentirle. Puede salir ahora mismo y preguntar a cualquier persona sobre los hechos ocurridos hace 6 años” dijo el viejo.

Escuchando esto, Yundem no pudo evitar caer de rodillas, Yundem empezó a recordar cuando sus padres eran tan entusiastas, tan amables, humildes y cariñosos.

No podía llorar, porque no sentía nada. No podía tener odio a causa de sus muertes. No podía ponerse triste. No podía enfurecerse. Todo lo que podía hacer, era estar en el suelo, impotente.

“Todo es mi culpa”

“Si tan solo no hubiera asistido a la escuela mágica, todo por mi estúpida persistencia” eran los pensamientos de Yundem mientras se culpaba sin fin.

“Qu…”

“¿Quién fue? ¿Quién los mato?” pregunto Yundem mientras apenas podía hablar.

Viendo su mirada y aura aterradora, el viejo se apresuró en responder mientras todavía podía contener su aliento.

“Fue el rey quien los mato, les ahorco en público por acusaciones falsas contra su hijo”

Después de hablar, el ambiente se sumergió en silencio por no más de 10 segundos, antes de que Yundem mirara a Estel.

“Ahora sabes la respuesta, solo por esta vez…”

“¡Permíteme convertir todo un imperio en cenizas!

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